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"EL FOTÓGRAFO SE ESTÁ CONVIRTIENDO CADA DÍA MÁS EN CÓMPLICE DEL COCINERO, SIN PERDER, POR SUPUESTO, SU IDENTIDAD."
- Francesc Guillamet Ferran
La fotografía culinaria para FUGA es una experiencia sensorial que empieza en el ojo, pero activa todos los sentidos. No sólo mostramos platos: contamos historias de cocina, de fuego, de manos que crean y de ingredientes que hablan por sí solos. Ya sea en un restaurante o en un campo de cultivo, capturamos la esencia del alimento y la atmósfera que lo rodea. Cada foto es una invitación a comer con los ojos y sentir con el alma. Por eso, no fotografiamos comida. Fotografiamos el instante justo antes de que alguien diga “pruébalo".
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